Introducción
al derecho
Una mañana cuando nuestro nuevo profesor de
"Introducción al Derecho" entró en la clase lo primero que hizo
fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera
fila:
- ¿Cómo te llamas?
Me llamo Juan, señor.
¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca
más! - gritó el desagradable profesor.
Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se
levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase. Todos estábamos
asustados e indignados pero nadie dijo nada.
Está bien. ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las
leyes?...
Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a
responder a su pregunta: "Para que haya un orden en nuestra sociedad"
"¡No!", contestaba el profesor, "Para cumplirlas"
"¡No!", "Para que la gente mala pague por sus actos"
"¡¡No!!, ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?!"...
"Para que haya justicia", dijo tímidamente una chica. "¡Por fin!
Eso es... para que haya justicia. Y ahora ¿para qué sirve la justicia?"
Todos empezábamos a estar molestos por esa
actitud tan grosera. Sin embargo, seguíamos respondiendo: "Para
salvaguardar los derechos humanos" "Bien, ¿qué más?", decía el
profesor. "Para discriminar lo que está bien de lo que está mal"...
Seguir... "Para premiar a quien hace el bien."
Ok, no está mal pero... respondan a esta pregunta
¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?.... Todos nos quedamos
callados, nadie respondía. - Quiero una respuesta decidida y unánime.
¡¡No!!- dijimos todos a la vez.
¿Podría decirse que cometí una injusticia?
¡Sí!
¿Por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué
queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a
la práctica?
Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar
cuando presencia una injusticia. Todos. ¡No vuelvan a quedarse callados
nunca más! Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente.
Aquel día recibí la lección más práctica de mi
clase de Derecho.
Cuando no defendemos nuestros derechos, perdemos
la dignidad, y la dignidad no se negocia.
"Todo lo necesario para que triunfe el mal,
es que las personas de bien no hagan nada al respecto" - Edmund
Burke.
La primera huelga de la que se tiene constancia
históricamente data del reinado de Ramses III, y tuvo lugar casualmente el
14 de noviembre de 1152 A.C (no sabemos si por la mañana o por la tarde) cuando
los trabajadores protestaban por el impago de los jornales atrasados.
A partir de ahí se han sucedido infinidad de
episodios expresados de distinta forma, por distintos actores a lo largo de la
historia.
Desde UGT, os
invitamos a hacer uso de vuestro derecho de huelga y no acudir a trabajar el 14
de noviembre, pero no porque lo pidamos los sindicatos sino porque consideréis
que debéis hacer algo. Si por la
razón que sea consideráis hacer uso de vuestro otro derecho (el de ir a
trabajar), os adjuntamos un archivo con las distintas iniciativas contra el
consumo que se han establecido y que podéis llevar a cabo también en este día
de lucha.
Además os invitamos a acudir a la manifestación que comenzará el mismo día 14 a las
18.00 en la Plaza Emperador Carlos V (Atocha) y
que recorrerá el Paseo del Prado, el Paseo de Recoletos y el Paseo de la
Castellana hasta llegar a la Plaza de Colón.
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