Todos
hemos oído acerca de la huelga de recogida de basuras en Madrid. Hay quien considera que es una victoria de los sindicatos, pero nuestra opinión es que se
trata de una victoria de los trabajadores, que han dado la fuerza y el empuje
necesario a los negociadores, en este caso los sindicatos que, al menos en el
caso de UGT, han cumplido con lo que les exigían.
Ha sido la victoria de la dignidad frente a la prepotencia.
Ha sido la victoria de quienes no podían consentir el despido de mil compañeros
y además un descuento en su salario, para aquellos que no fueran despedidos, de
más del 40% sobre unos sueldos netos de unos mil euros, frente a quienes
querían palmaditas en la espalda y bonos por objetivos.
Ha sido la victoria del trabajo de escoba y cepillo, frente a los colorines del
Excel y del PowerPoint.
Con todo lo anterior, queremos aprovechar para transmitir a quienes negocian
nuestro convenio, que reflexionen sobre lo que pueda ocurrir cuando sintamos
que no podemos ceder más, cuando cansados de congelaciones salariales,
sobreesfuerzos habituales y recortes de todo tipo, nos presionen para que
realicemos jornadas de 10 horas, y que estemos disponibles, para la empresa y
sin compensación, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Resumiendo que
vivamos por y para la empresa y que aceptemos unas palmaditas en la espalda
como recompensa exclusiva por esta disponibilidad que nos acerca paulatinamente
más a los tiempos, no tan lejanos, de la esclavitud.
La táctica de muchas empresas es sencilla, llevar a sus trabajadores hasta el
límite y después, recortar un poco más y un poco más y así sucesivamente, hasta
que también tengamos disponibilidad en los fines de semana y en las vacaciones.
Están tensando la cuerda y el problema es saber cuándo se romperá y por lo que
parece, no creemos que sea muy tarde.
